Con la llegada del mes de marzo, Valencia se convierte en la ciudad del sonido. Los tradicionales petardos no dejan de sonar durante todo el día en la fiesta más grande de la terreta. Ahora el Ayuntamiento se plantea la posibilidad de imponer una franja horaria que prohíba tirar cualquier elemento pirotécnico.
El alcalde de Valencia, Joan Ribó, ha destacado que la pirotecnia es un «elemento fundamental de la cultura valenciana». Sin embargo, se ha mostrado dispuesto a conjugar tradición con descanso. El objetivo es aplicar la prohibición de petardos en unas horas determinadas para evitar molestias a personas y animales.
Las franja horaria sin petardos que se está valorando es de 14:30 a 16:30 horas aprovechando el fin de la mascletà. «Se tendría que hacer después de las ‘mascletaes’ y aprovechar que es una hora de comer», añade Ribó. Aun así, el edil ha insistido que todavía tienen que estudiarlo y plantearlo con todo el sector fallero.
Esta iniciativa ha surgido después de una recogida de firmas impulsada para que se establezca un tramo horario sin pirotecnia. El fin es que los perros y otros animales no sufran con el ruido que les provoca los petardos.
Ribó, también ha hecho mención a la preocupación expresada por los responsables de l’Oceanogràfic. Los trabajadores han mostrado su malestar tras conocerse la propuesta de disparar en el entorno de la Ciudad de las Artes y las Ciencias los castillos de fuegos artificiales de Fallas. Según aseguran, los espectáculos pueden ocasionar molestias a los animales que viven en el recinto.
«Vamos a estudiarlo y vamos a buscar las medidas para que podamos causar el mínimo perjuicio, en primer lugar en las personas y también, en lo que sea posible, en los animales», ha concluido Ribó.